Hace algún tiempo
hicimos un pacto en el 5º izquierda. Acordamos intentar no perder
amistades debido a la prole. Ardua tarea. Lo estamos consiguiendo con
relativo éxito.
Para evitar tales
pérdidas afectivas procuramos seguir escrupulosamente un preciso
código de conducta. Nuestra disciplina supone absoluto autocontrol, en ocasiones represión y establecimiento de ciertos signos de
comunicación con tu pareja. La patada, por ejemplo.
En caso de no advertir el
sutil puntapié de tu solícito bajo la mesa en ese momento de
apertura emocional, te aventuras a ser considerado amigo
anticonceptivo. No sólo eso, también cómplice en el descenso de la
natalidad que acusa nuestro país. Por lo alta que puede llegar a ser
la prima de riesgo para nuestra vida social, procuramos evitar
excesivas referencias al mundo infantil con amigos que no lo han
catado. Pero siempre hay algún desliz. O algún moco te delata.
Hay quien opta por pasar
a relacionarse en exclusividad con quién ya ha procreado. Moverse en
una zona de confort asegurada. Y no crean que no es tentador.
Pero nos gustan los retos. No nos moverán de nuestra determinación de seguir alimentando la ilusión de
que tenemos vida propia. Seguiremos pintándonos las uñas y
afeitándonos detenidamente para salir, aunque eso suponga menos
sueño todavía. Seguiremos yendo al cine de vez en cuando, aunque
ronquemos antes de los títulos del inicio. Seguiremos adorando
nuestra humilde mansión, aún cuando en cuarentena nos sintamos como
en Alcatraz. Veneraremos la opción escolar que escogimos, aunque nos
aporte más bacterias que aprobados. Disfrutaremos de ese paseo
matinal hacia el colegio, aunque odiemos al que se queda en la cama.
Repetiremos sin duda la experiencia de la reproducción, aunque las patadas nos provoquen moratones durante un lustro.
Sirvan estas líneas a
modo de anticonceptivos no orales. Escritos.
2 comentarios:
LOVE IT
clear enough? ;)
Publicar un comentario