14.7.12

30. Sursum corda*

Siempre he tenido la virtud de hacer mucho con poco. Ahora me falta la forma de monetizar mi personal versión de reproducir panes y peces. Sin bromas, poco puede ser suficiente. Y ante las angustias de que lo poco sea menos, indignarse, desde luego. También pelear, ser creativos e intentar relativizar. La preocupación y zozobra por lo macro no debería ser irreconciliable con el disfrute de lo micro a nuestro alcance. Lo predico pero sobretodo procuro practicarlo.

Ello implica no olvidar detalles gratuitos y perfectos. Y como lo perfecto es un oasis efímero, hay que cazarlo al vuelo. Como ésa tarde. Inmejorable, sin preverla. Sin buscarla. Aire puro. Estancia de prestado. Luz y brisa impecables. Sillón ni dentro ni fuera. Mi autor favorito entre las manos tras long time no see. Y, sobretodo, silencio. Mis fundamentales cerca pero aquejados de profunda narcosis. Puntazo. Carambola. Lotto. Leí así, en ese limbo de absoluta felicidad, más de dos horas. Sin compartir. Sin ser responsable. Sin pedir. Sin dar explicaciones. Pequeños lujos que ayudan a iluminar tiempos renegridos y levantar esos corazones. Sursum corda.
* arriba los corazones

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