25.1.12

13. Madame vous tutuoie

Me educaron maîtresses, madames y monsieurs. Tratarles de usted era nuestro pan de cada día. No existía el tú ni en el sueño más remoto. Flexibles sí, pero con la plastelina. Ellas y ellos, siempre de vous

Me ha servido mucho en la vida. A saber estar en mi lugar. A adecuar el trato a las personas. A no gritar "Dolooores!" cuando ésta espera de tí "un Profesora, disculpe". Según mis pesquisas existen dos maneras de romper la valla dialéctica del respeto esperado. Una es el paso del tiempo, el ahondamiento de una relación y la consecuente generación de cierta confianza. Si en paralelo vas haciéndote mayor, activas la segunda vía, a saber, la reducción del universo de personas a quienes has de tratar de usted. 

Hace poco supe que podía empezar a reducir ese universo. Parque de atracciones de Madrid. Un repentino vértigo proyectado me paralizó e impidió seguir avanzando en la cola de una montaña rusa. Inmovilidad total. Burla de mis solidarios acompañantes. Y, de repente, una voz aguda que nunca olvidaré. Señora, ¿va a quedarse ahí?¿no va a subir?¿podemos pasar?  Dos seres de medio metro impacientes por hacer su sexto recorrido por esas locas vías a ninguna parte se dirigían a mí. Educados, eso sí. Pero ¿Señora? ¿Así se me ve desde ahí abajo?

Han pasado unos días y he recobrado la serenidad. Puedo ya abordar el tema, aunque de momento sólo por escrito. Ahora soy señora. El conocimiento de las relaciones sociales forjado a base de educación à la française me indica que llegó el momento de dar el salto. Mi nuevo estatus me confiere el poder de tutear con naturalidad. Creo además seriamente que ya ha habido suficiente trato entre nosotros como para dejar de escribir para ustedes y empezar a hacerlo para vosotros. Hay confianza. Madame va vous tutoyer. Espero que hagáis lo mismo.



Hoy suena Feo, Fuerte y Formal en el 5º izquierda.

2 comentarios:

claudia dijo...

Si eres capaz de subir a una atracción o pensarlo mientras la miras con respeto será que aún tienes una generación por encima para hablar de usted y señora. Y ellos te responderán con el tuteo. Punto positivo. El problema es cuando una generación por debajo habla de señora a tu generación y a una por encima. Punto negativo. Y es en este punto negativo donde radican los números rojos en cremas de las mujeres. Pero pensándolo bien, mirémoslo como símbolo de educación y nunca de vejez. Ese es el truco. Gracias por tus historias quinto izquierda ;)

HVF dijo...

¡Sí Claudia!¡ Esa es la clave! Educación, ¡nada de vejez! Un beso